Algodonera Market Lab
Este evento, que se desarrolla en el entorno frondoso de la terraza, es el resultado de la combinación de un mercadillo y una exposición de objetos cuyo denominador común es el diseño artesanal y la calidad de las materias primas.
Tendrá lugar una nueva edición de ‘La Algodonera Market Lab’. En la privilegiada terraza del Hotel Cotton House de Barcelona, el evento festivo mezcla diferentes stands de productos como textil, diseño y sabores. Todo envuelto en buena música, animación, una propuesta gastronómica de la chef Eva de Gil (responsable de Restaurante Batuar) y el sabor de Estrella Damm.
El Cotton House es un hotel para descubrir la esencia de Barcelona
El Cotton House Hotel se erige imponente en el solar de la antigua sede de la Fundación Textil Algodonera “Fundación Textil Algodonera”, un emblemático edificio del siglo XIX de estilo neoclásico que es un referente en la ciudad de Barcelona. Construido por orden de una familia de la burguesía catalana en pleno apogeo de la industria textil, fue vendido a mediados del siglo XX al Gremio de Productores de Algodón que estableció allí su sede con el objetivo de albergar el mayor número posible de organismos y servicios productores de algodón: la idea era crear un auténtico Cotton House Hotel.
Finalmente, por iniciativa de un grupo de promotores hoteleros de Barcelona, el edificio inició un intenso proceso de remodelación que culminó en enero de 2015 para dar el hermoso Cotton House Hotel. El proyecto de reforma ha tenido mucho cuidado en mantener y recuperar todos los elementos originales del edificio. El aclamado diseñador de interiores Lázaro Rosa-Violán fue el encargado del proyecto y ha realizado un trabajo maravilloso, reflejando un estilo contemporáneo y sofisticado que al mismo tiempo incorpora todas las funcionalidades necesarias para asegurar el nivel de lujo en el servicio y el confort que nuestros huéspedes merecen.
Se han conservado los elementos originales del edificio, como la imponente escalera de mármol, el delicado parquet y la boiserie que embellecen techos, suelos y paredes en algunas de las estancias. También la famosa escalera de caracol construida en 1957, cuya característica principal es que no se apoya en el piso de abajo, sino que está suspendida de la estructura metálica del piso superior, para darle un aspecto ligero y aireado. Al mismo tiempo, se han renovado por completo todas las instalaciones del edificio, dando como resultado un entorno distinguido y lleno de historia, pero a la vez moderno y confortable.